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CONTACTO
Ayuntamiento Dirección: Lugar de Samil 1, 15911 Rois, A Coruña Telf. 981 804 109 Fax: 981 804 182 Email: [email protected] |
GUÍA TURÍSTICA
QUÉ VISITAR
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IGLESIA PARROQUIAL DE SAN MAMEDE DE ROIS
Rois - A Coruña Tiene una planta de nave rectangular. La fachada tiene una puerta enmarcada por arcos de medio punto y una hornacina con la figura del patrón. Campanario exento. Tiene retablos e imágenes en el interior. Esta construcción sigue las pautas establecidas por el maestro compostelano Fernando de Casas Novoa.
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IGREXA PARROQUIAL DE SAN PEDRO DE HERBOGO
Herbogo, 15911 Rois - A Coruña Construida en el s. XVIII, recibe la influencia de los maestros compostelanos de la época destacando Fernando de Casas Novoa. Tiene nave de planta rectangular. La fachada tiene puerta flanqueada por una hornacina, que alberga la imagen de un santo.
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IGREXA PARROQUIAL DE SAN VICENTE DE AUGAS SANTAS
Rois - A Coruña Construcción barroca. Tiene una nave de planta rectangular. La fachada tiene una puerta flanqueada por dos hornacinas laterales que acogen figuras exentas de santos. Dispone de campanario. Tiene retablos de 1738 en el interior. Influencia del maestro compostelano Fernando de Casas Novoa.
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SITUACIÓN
El Ayuntamiento de Rois, se encuentra en el sudoeste de la provincia de A Coruña, entre a las áreas geográficas definidas por la Mahía y el bajo Ulla, bajando las tierras la esta última comarca enclavada en el valle que forma el canal del río Sar y sus afluentes.
El Ayuntamiento de Rois cuenta con una extensión de 92,8 km2 por lo que estamos hablando de un Ayuntamiento de tamaño medio con una extensión muy cerca del promedio aritmética de la superficie de los 315 ayuntamientos gallegos. Cuenta con una posición geográfica ubicada entre los 42º 41´ y 42º 51´ de longitud y los 4º 56' y los 5º 7' de latitud, linda al norte con el Ayuntamiento de Brion, al sur con los de Dodro y Rianxo, al este con los de Padrón y Teo y al oeste, con el de Lousame. Excepto por el sudoeste, donde se junta con la Mahía, todo el Ayuntamiento de Rois está delimitado por montes, como lo de San Xusto o de la Luaña, Baleirón, Formarís, Trecho o de la Muralla, que a pocos metros de la línea divisoria entre Lousame, Rianxo, Dodro y Rois, llegan a los 670 metros de altitud. En el centro del Ayuntamiento está localizado el Valle de Quintáns, sulcado en su superficie por el río Rois y los múltiples arroyos que él recoge.
El Ayuntamiento de Rois cuenta con una extensión de 92,8 km2 por lo que estamos hablando de un Ayuntamiento de tamaño medio con una extensión muy cerca del promedio aritmética de la superficie de los 315 ayuntamientos gallegos. Cuenta con una posición geográfica ubicada entre los 42º 41´ y 42º 51´ de longitud y los 4º 56' y los 5º 7' de latitud, linda al norte con el Ayuntamiento de Brion, al sur con los de Dodro y Rianxo, al este con los de Padrón y Teo y al oeste, con el de Lousame. Excepto por el sudoeste, donde se junta con la Mahía, todo el Ayuntamiento de Rois está delimitado por montes, como lo de San Xusto o de la Luaña, Baleirón, Formarís, Trecho o de la Muralla, que a pocos metros de la línea divisoria entre Lousame, Rianxo, Dodro y Rois, llegan a los 670 metros de altitud. En el centro del Ayuntamiento está localizado el Valle de Quintáns, sulcado en su superficie por el río Rois y los múltiples arroyos que él recoge.
GEOGRAFÍA

El relieve de Rois destaca sobre todo por ser una zona donde se alternan continuamente valles y montes de moderada altitud. En este sentido, la altitud en la que se asientan sus núcleos poboacionaids oscila entre los 15 y los 400 metros sobre el nivel del mar.
Básicamente se pueden diferenciar dos partes en el término municipal: en la cara oriental se emplazan la mayor parte de los valles y las altitudes que no superan los 250 m. excepto los montes del Valeirón. En la parte occidental, o mitad oeste, la altitud media supera los 300 metros y aparecen cumbres que superan los 500 metros.
El territorio aparece surcado por múltiples ríos y riachuelos, en general de recorrido corto y limitado caudal. El ayuntamiento se sitúa en la taza atlántica entre los lechos de los ríos Tambre y Ulla y cuenta con tres ríos principales. O Sar atraviesa la parroquia de Ribasar, situada en la vertiente más oriental de Rois para después formar durante más de 6 km. A frontera con el ayuntamiento de Padrón. La este río viértele sus aguas el Río Tinto y el Arroyo de Rubial, situados también en la parte más al este del ayuntamiento.
Los otros dos ríos importantes son el Rois, situado en el sur, y el Liñares, que hace su recorrido en dirección norte-sur para finalizar virtiendo sus aguas en el propio río Rois.
En el norte, lindando con Brión, está el lecho conocido como Rego de Molinos, mientras que en el oeste se encuentran los riachuelos Moares y Manle y los ríos Trecho y Sóñora, estos ya más cara el sur.
Básicamente se pueden diferenciar dos partes en el término municipal: en la cara oriental se emplazan la mayor parte de los valles y las altitudes que no superan los 250 m. excepto los montes del Valeirón. En la parte occidental, o mitad oeste, la altitud media supera los 300 metros y aparecen cumbres que superan los 500 metros.
El territorio aparece surcado por múltiples ríos y riachuelos, en general de recorrido corto y limitado caudal. El ayuntamiento se sitúa en la taza atlántica entre los lechos de los ríos Tambre y Ulla y cuenta con tres ríos principales. O Sar atraviesa la parroquia de Ribasar, situada en la vertiente más oriental de Rois para después formar durante más de 6 km. A frontera con el ayuntamiento de Padrón. La este río viértele sus aguas el Río Tinto y el Arroyo de Rubial, situados también en la parte más al este del ayuntamiento.
Los otros dos ríos importantes son el Rois, situado en el sur, y el Liñares, que hace su recorrido en dirección norte-sur para finalizar virtiendo sus aguas en el propio río Rois.
En el norte, lindando con Brión, está el lecho conocido como Rego de Molinos, mientras que en el oeste se encuentran los riachuelos Moares y Manle y los ríos Trecho y Sóñora, estos ya más cara el sur.
HISTORIA

Existen pruebas en prácticamente todas las parroquias de la existencia de pobladores en la etapa Megalítica, entre el cuarto y el segundo milenio antes de Cristo. Existen evidencias de necrópolis de esta época así como las mámoas y campos de mamoas.
A La Edad del Bronce pertenece una piedra que se halló en el castro de Beca y que actualmente se guarda en el Museo del Pueblo Gallego, que corrobora la existencia de poblaciones en esta zona de Galicia. Existen también numerosos yacimientos castreños, entre ellos, los hay situados en las montañas, en lugares estratégicos, como lo de Beca y lo de Socastro; y otros nos vales/valéis, generalmente aprovechando defensas naturales, como lo de Oí.
Todos estos primeros vestigios muestran que estas tierras tenían dos puntos de referencia: el castro de Beca en la Amaía, y lo de Socastro en el Valeirón.
También en el Museo del Pueblo Gallego de Santiago de Compostela, podemos ver una figuriña en piedra que apareció en la aldea de Carabeles (Urdilde), típica de la cultura castreña: rasgos muy elementales, con aspecto de ser una representación de la fecundidad en una deidad femenina.
Posteriormente, la presencia de los romanos está representada y avalada por diversos restos en puentes, aras, monedas y, como no, en diversas vías y caminos. Los primeros siglos del cristianismo en estas tierras están vinculados al territorio jurisdiccional del obispado de Iria en la época romana y después en la sueva y visigoda. De estos dos pueblos existen una prueba en el cementerio de Seira, una tampa de sarcófago datada entre los siglos V y VII que se puede ver sobre el muro del adro de la iglesia.
Ninguna huella existe por estas tierras del paso de los árabes por la península y ya en el siglo X sabemos que la zona de Amaía e Iria estaban repartida entre dos condes: Lúcido Vimaraniz y Nuno Gutiérrez. También existe constancia documental del paso de tropas normandas que llegaban a Catoira (Torres del Oeste) y arrasaban el que encontraban a su paso siendo lógico que habían llegado y habían pasado por Rois.
Durante la Edad Media la manera de vivir de estas tierras estuvieron fuertemente vinculadas a la Iglesia los diferentes obispos y a los señores feudales con sus foros, rentas y dezmos.
El siglo XVIII, sobre todo en su primera parte se distingue por un enorme incremento en la construcción y la iglesia no fue ajena la esta tendencia. En pocos años se canjearon los más de los edificios religiosos, iglesias y santuarios, por otros nuevos. Así, como en otros lados, en Rois se sustituyeron los templos románicos por otros barrocos, más espaciosos pero, la veces, de menor valor artístico. Capillas y cruceros son la mayoría de esta época.
Como ayuntamiento tal como lo entendemos ahora, Rois nace en el siglo IXX. Efectivamente, el 15 de junio de 1836 la Diputación Provincial publicaba la relación definitiva de los ayuntamientos de la provincia, figurando además de las parroquias el número de vecinos. En tal publicación Rois aparece con las doce parroquias actuales y con una población de 5.673 habitantes.
Además de las manifestaciones artísticas de carácter religioso que se vienen relatando, Rois es destaca por el elevado número de cruceros. Entre cruces, cruceros de varal y cruceros de capilla, hay más de 130.
Los más antiguos son los de capilla, de los que algunos datan de la segunda mitad del siglo XVI. Los demáis van desde lo XVII hasta nuestros días. Como conjunto sobresale el Via Crucis de Sorribas, de 1.698.
En el Ayuntamiento de Rois hay dos grandes pazos, conocidos por todos cuantos se dedican al estudio de estas mansiones: lo de Faramello y lo de Antequeira. Siguen en importancia lo de Angueira de Castro y la casa del Mato en Peracova (Buxán).
Remátan las manifestaciones artísticas del ayuntamiento de Rois una serie de fuentes, horreos, palomares que, como en otros muchos lugares de Galicia, conforman un conjunto de construcciones artísticas, de utilidad, la veces curiosas y siempre interesantes.
Para mejor conocer y sentir estas tierras hace falta recorrerlas despacio. Dos opciones se le abren al visitante: a través de las rutas acondicionadas por el ayuntamiento o elaborar él mismo su propio recorrido de acuerdo con sus intereses paisajísticos, arquitectónicos, culturales.... Eso sí, siempre dejándose llevar por el ritmo despacio que marcan los riachuelos, las fuentes, las gentes... en un paraíso plenamente natural.
A La Edad del Bronce pertenece una piedra que se halló en el castro de Beca y que actualmente se guarda en el Museo del Pueblo Gallego, que corrobora la existencia de poblaciones en esta zona de Galicia. Existen también numerosos yacimientos castreños, entre ellos, los hay situados en las montañas, en lugares estratégicos, como lo de Beca y lo de Socastro; y otros nos vales/valéis, generalmente aprovechando defensas naturales, como lo de Oí.
Todos estos primeros vestigios muestran que estas tierras tenían dos puntos de referencia: el castro de Beca en la Amaía, y lo de Socastro en el Valeirón.
También en el Museo del Pueblo Gallego de Santiago de Compostela, podemos ver una figuriña en piedra que apareció en la aldea de Carabeles (Urdilde), típica de la cultura castreña: rasgos muy elementales, con aspecto de ser una representación de la fecundidad en una deidad femenina.
Posteriormente, la presencia de los romanos está representada y avalada por diversos restos en puentes, aras, monedas y, como no, en diversas vías y caminos. Los primeros siglos del cristianismo en estas tierras están vinculados al territorio jurisdiccional del obispado de Iria en la época romana y después en la sueva y visigoda. De estos dos pueblos existen una prueba en el cementerio de Seira, una tampa de sarcófago datada entre los siglos V y VII que se puede ver sobre el muro del adro de la iglesia.
Ninguna huella existe por estas tierras del paso de los árabes por la península y ya en el siglo X sabemos que la zona de Amaía e Iria estaban repartida entre dos condes: Lúcido Vimaraniz y Nuno Gutiérrez. También existe constancia documental del paso de tropas normandas que llegaban a Catoira (Torres del Oeste) y arrasaban el que encontraban a su paso siendo lógico que habían llegado y habían pasado por Rois.
Durante la Edad Media la manera de vivir de estas tierras estuvieron fuertemente vinculadas a la Iglesia los diferentes obispos y a los señores feudales con sus foros, rentas y dezmos.
El siglo XVIII, sobre todo en su primera parte se distingue por un enorme incremento en la construcción y la iglesia no fue ajena la esta tendencia. En pocos años se canjearon los más de los edificios religiosos, iglesias y santuarios, por otros nuevos. Así, como en otros lados, en Rois se sustituyeron los templos románicos por otros barrocos, más espaciosos pero, la veces, de menor valor artístico. Capillas y cruceros son la mayoría de esta época.
Como ayuntamiento tal como lo entendemos ahora, Rois nace en el siglo IXX. Efectivamente, el 15 de junio de 1836 la Diputación Provincial publicaba la relación definitiva de los ayuntamientos de la provincia, figurando además de las parroquias el número de vecinos. En tal publicación Rois aparece con las doce parroquias actuales y con una población de 5.673 habitantes.
Además de las manifestaciones artísticas de carácter religioso que se vienen relatando, Rois es destaca por el elevado número de cruceros. Entre cruces, cruceros de varal y cruceros de capilla, hay más de 130.
Los más antiguos son los de capilla, de los que algunos datan de la segunda mitad del siglo XVI. Los demáis van desde lo XVII hasta nuestros días. Como conjunto sobresale el Via Crucis de Sorribas, de 1.698.
En el Ayuntamiento de Rois hay dos grandes pazos, conocidos por todos cuantos se dedican al estudio de estas mansiones: lo de Faramello y lo de Antequeira. Siguen en importancia lo de Angueira de Castro y la casa del Mato en Peracova (Buxán).
Remátan las manifestaciones artísticas del ayuntamiento de Rois una serie de fuentes, horreos, palomares que, como en otros muchos lugares de Galicia, conforman un conjunto de construcciones artísticas, de utilidad, la veces curiosas y siempre interesantes.
Para mejor conocer y sentir estas tierras hace falta recorrerlas despacio. Dos opciones se le abren al visitante: a través de las rutas acondicionadas por el ayuntamiento o elaborar él mismo su propio recorrido de acuerdo con sus intereses paisajísticos, arquitectónicos, culturales.... Eso sí, siempre dejándose llevar por el ritmo despacio que marcan los riachuelos, las fuentes, las gentes... en un paraíso plenamente natural.