GUÍA TURÍSTICA
QUÉ VISITAR
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MUIÑOS DE PONTE MACEIRA
A Ponte Maceira, 15830 Negreira - A Coruña Molinos situados a orillas del río Tambre. A pesar de que este tipo de construcción es muy común en toda la comarca de A Barcala, posiblemente sean estos los molinos que posean un mayor interés, dado su estado de conservación y el bello entorno en el que se encuentran enclavados. Son un total de tres molinos pero uno de ellos se encuentran ya en la parte de Ames. Los dos de Negreira tienen planta cuadrada y son de pequeño tamaño. Han sido restaurados recientemente. Son denominados en la zona como molinos de "parcería o de partes" ya que cada familia tenía un turno de uso durante un tiempo determinado. El de la parte de Ames era de "maquía" pero tan sólo se conserva su parte exterior siendo el interior utilizado en la actualidad como restaurante. A este tipo de molinos ("maquía") podía acudir cualquier persona, previo pago de una tasa pedida por el molinero.
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PAZO DE COTÓN
Praza do Cotón, s/n, 15830 Negreira - A Coruña El pazo de Cotón atraviesa lo que hoy es la carretera de San Mauro, antiguo Camino Real, con una triple arcada con salones de paso a la capilla palaciana. En el centro del edificio hay cuerpos ligados a las torres cilíndricas en los ángulos, obra de los siglos XVIII y XIX. Aunque del XX son algunas partes, como la galería y algunos cuartos. En el cuerpo central hay una escalera del barroco de placas, que da acceso a la planta superior, y conecta con la llamada Galería de Piedra, sobre pilares de placas y que enlaza con un paseo-terraza de grandes pilares en forma de floreros y muro almenado, que aporta ese aire de fortaleza medieval.
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IGREXA PARROQUIAL DE SANTA MARÍA DE COVAS
Covas, 15864 Negreira - A Coruña Construida en el segundo tercio del s. XVII, la fachada y el campanario son del s. XVIII. Tiene una nave de planta rectangular, con los muros de sillería granítica y la cubierta a una y dos aguas con tejado de teja. La fachada, de sillería granítica, tiene portada con salientes molduras, una banda resaltada y un talón inverso. Sacristía adosada al muro Norte de la Capilla Mayor. Espadaña situada encima de un torreón cuadrangular, está conformada por tres machones, entre los que hay dos huecos con arco de medio punto y un frontón triangular la cierra. El campanario está exento y emplazado en un alto. Tiene tres retablos antiguos con numerosas esculturas de buena factura.
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SITUACIÓN
Negreira es un municipio gallego que se encuentra al oeste de Santiago de Compostela. Limita al este con el Ayuntamiento de Ames, al sur con el Ayuntamiento de Brión, Noia y Outes. Al oeste limita con Outes y Mazaricos y al norte con A Baña y Santa Comba.
Tiene 115,3 km² y una población de 6.519 habitantes INE 2005, densidad: 56,54 hab./km2 distribuidos en aldeas, repartidas en 18 parroquias.
Tiene 115,3 km² y una población de 6.519 habitantes INE 2005, densidad: 56,54 hab./km2 distribuidos en aldeas, repartidas en 18 parroquias.
COMO LLEGAR
Las principales vías de comunicación son las siguientes:
- Santiago: AC 450, AC 543.
- Santa Comba: AC 444
- Noya: AC 444, AC 543.
HISTORIA

Cultura Romana
Avanzando en la historia, en estos lugares también se encontraron restos de la cultura romana. Otra vez, en la parroquia de Logrosa, se hallaron en 1876, excepto una última de 1958, cinco inscripciones romanas en granito, posiblemente dedicadas a Júpiter y una funeraria. Todas estas reliquias se pueden visitar en el Museo del Pueblo Gallego. De esta etapa de la romanización, asimismo, cabe recordar que el área nicrariense se situaba en la zona de paso de la vía Per loca marítima Nicraria Tamara, calzada romana de veintitrés millas que, desde Caldas de Rey conducía a Brandomil, lugar de explotación minera.
Edad Media
No es hasta la Edad Media, siendo Galicia un reino suevo, cuando distintos indicios sitúan el origen de Negreira. De hecho, una vez erigida la sede de Compostela, Alfonso el Magno concedió como feudo Negreira a la mitra compostelana en el año 876, posteriormente confirmada después al Obispo Sisnando (899).
Transcurrido poco más de un siglo tras la concesión, en el año 979 los piratas normandos destruyeron este primitivo núcleo feudal, no reedificándose hasta después de la irrupción de los musulmanes cordobeses, mandados por Almanzor, que atacarían Santiago en el año 997. No sería hasta el año 1113 cuando Alfonso, el rey de Galicia, ordenaría su reconstrucción.
Existe documentación, sostenida por una fuerte tradición oral, que avala la posibilidad de la existencia de un castillo en Xallas, propiedad de la mitra compostelana, castillo que desaparecería en las guerras irmandiñas del siglo XV.
Edad Moderna
Negreira dejó de ser feudo de la capital compostelana durante el reinado de Isabel y Fernando, emancipándose como Foro Real, acto que fue confirmado por el emperador Carlos V en las Cortes de Santiago en 1520. De aquella, Negreira, junto con otras parroquias de la zona pertenecían a la provincia de Santiago, que se distribuían en las jurisdicciones de Barcala, Lañas, Muros y el Couto de Bugallido.
Desde un enfoque demográfico, a Maía y a Barcala consiguieron en el siglo XVI un nivel poblacional próximo a sus posibilidades máximas, teniendo en cuenta la situación económica donde la agricultura y la ganadería, continuaban siendo minifundistas y parcelarias a pesar de los sistemas hereditarios y de la política matrimonial apoyados en la mejora tendiente a la reunión de los patrimonios.
En la época moderna la corona deja de tener jurisdicción ordinaria en las tierras de la Barcala y Maía. Esta se reparte entre el Conde de Altamira y el Arzobispo de Santiago. Comenzando el siglo XVIII, en el marco de la Guerra de Sucesión española, Negreira se declaró abiertamente por Felipe V, que la eximió en 1711 del pago de ciertos derechos, entre ellos el llamado Vetrias. A pesar de estos privilegios, Negreira, bien por su situación excéntrica dentro del territorio de la jurisdicción, bien por otras circunstancias de presión política dejó de ser la capital del municipio, en favor de San Vicente de Aro. Negreira fue perdiendo de esta manera toda su importancia, hasta que incluso llegó a ignorarse su nombre, ya que empezó a denominarse como “El Cotón”, por el pazo que ya existía en la Edad Media.
Edad Contemporánea
En los años de la Guerra de Independencia española frente a la Francia napoleónica (1808-1814), los habitantes de Negreira, junto con los de Padrón, Santiago, Noya y otras poblaciones formaron un regimiento que se distinguió por sus batidas contra los mariscales Ney y Soult.
Negreira tampoco fue ajena a la revolución liberal gallega del 1846, ya que el alcalde, Domingo Maceira, fue invitado por algunos miembros del movimiento insurreccional a unirse a ella, más finalmente, este optó por seguir siendo fiel al poder constituido.
Uno de los peores años que se vivieron en Negreira fue en 1853 debido al hambre. El Año del Hambre estuvo motivado por las grandes tormentas y persistentes lluvias que produjeron abundantes inundaciones y la perdida de las cosechas de la población campesina pobre, que constituía su casi total base económica. Se gastaron los ahorros, se vendió el ganado y se hipotecaron tierras y viviendas, incrementándose los especuladores que así pudieron enriquecerse fácilmente. La rapiña hizo acto de presencia y todo esto obligaría al gobierno local a tomar una serie de medidas como la creación de los grupos de vigilancia nocturna, la reducción de impuestos y cargas fiscales, y la búsqueda de granos para las siembras.
Con la sublevación del General Prim en 1868, Roque Ferreiro tiene la ocasión de recuperar el poder momentáneamente, destituyendo en masa a la corporación municipal y a otros funcionarios, sin embargo este movimiento no llegó a consolidarse, y a los veinte días la normalidad volvió al consistorio nicrariense.
Un acontecimiento de especial importancia se vivió en 1906, cuando el 17 de febrero, reinando en España Alfonso XIII, se promulga un Real Decreto por lo que se le concede a Negreira la categoría de “Villa” de una manera oficial, por su importancia agrícola, aumento de población y constante adhesión a la Monarquía Constitucional.
En esta fecha, y heredado del siglo XIX, la villa de Negreira se configuraba dos bandos políticos agrupados alrededor de familias liberales (Caamaño) y conservadoras (Fabeiro). Pero las investigaciones sobre la situación en torno al 1920 permiten extraer la conclusión que se dieran una serie de recomposiciones en los grupos dominantes, que mismamente llegarían a perder el carácter de bando en los años treinta, fruto de una nueva articulación social y del nuevo marco político. Fueron cuando menos diecisiete las agrupaciones políticas que solicitaban adhesiones en aquella sociedad negreiresa.
La Sede del Consistorio
En el devenir de la Guerra de Independencia (1812), Aro fue nombrada sede del consistorio de Negreira, como fruto de la legislación emanada de las Cortes de Cádiz. Este hecho, fue una más de las precipitadas decisiones que durante las décadas centrales del siglo XIX se tomaron, producto, al igual que el resto de España, de los litigios entre el partido liberal, liderado por Roque Ferreiro; y el moderado, encabezado por Antonio Fabeiro.Durante setenta y tres años la sede del consistorio de Negreira sufriría constantes traslados (Negreira-Aro), dependiendo del partido que mantuviera el poder. El último de los traslados se sufriría con la pérdida de la alcaldía de Antonio Fabeiro, motivada con la caída del gobierno canovista, que establecería a Negreira como sede permanente del consistorio, primero en el Pazo de Cotón; y más tarde, en 1927, en la casa de Francisco Leis. Otras mudanzas se producirían en el año 1933, cuando el consistorio se trasladó a la actual Casa de la Cultura , en la carretera de San Mauro, y por último en 1980, cuando se muda al decimonónico edificio construido para la cárcel y el juzgado de primera instancia e instrucción del Partido Judicial de Negreira.
El partido judicial de Negreira
Otro de los temas más polémicos en estas tierras a lo largo de los años fue la posesión del Juzgado de primera instancia en Negreira, desde que se creó en el año 1834. Puede afirmarse que las diversas supresiones del juzgado fueron debidas a las decisiones ajenas a la población y a las necesidades reales de la administración de justicia. Al dar acogida a un funcionario asalariado, pero sobre todo, los beneficios que obtenía la hostelería y el comercio local con la profusión de causas judiciales, hicieron del asunto una cuestión importante. Destacan sobre todo las tensiones acaecidas en el período 1926-31, tras la petición del propio ayuntamiento primorriverista su traslado a Santiago. En el año 1969, una nueva estructuración de la administración de justicia llevó la supresión e integración del juzgado nicrariense en el de Santiago de Compostela. No fue hasta el año 1989, cuando el B.EL.Y repone este juzgado de Primera Instancia e Instrucción.
Siglo XX
Por otra parte, a principios del siglo XX, en consonancia con los múltiples movimientos agraristas que se produjeron en Galicia, la comarca barcalesa vivió una fecunda etapa de creación de sociedades agrarias y sindicatos agrícolas, que llegaron a publicar sus propias cabeceras de prensa como El Boletín de San Mauro (1904), El Barcalés, La Federación de Negreira y Baña (ambos de 1911), A Fouce (1919), El agrario Barcalés (1921) y La Voz de Barcala. Con el comienzo de la Guerra Civil, la actividad periodística local desaparece. Se tiene que esperar hasta los años 70, para que esta actividad surja otra vez en manos de nuevas cabeceras: A Comarca / Nosa Comarca (1971), Feiraco (1977), Boletín Afonso Eans (1980), la emisora municipal Radio Negreira (1988), El Norte (1994), El Tambre (1995). En la actualidad, tan solo sobrevive informando sobre el pulso de la comarca Radio Negreira.También, a principios del siglo aparecerían los primeros esfuerzos por modernizar la agricultura. En una tierra generosa, con buena aptitud agrícola-ganadera por el clima y los suelos, se consiguieron importantes logros tanto en el ámbito económico como social. Una segunda modernización del agro se produciría en los años 60, cuando empezaron a fraguar los distintos proyectos de cooperativismo parroquial, concentración parcelaria, FEIRACO... Desde comienzos del siglo, en la comarca barcalesa −en los cinco ayuntamientos que formaban el partido judicial de Negreira− surgieron más de treinta agrupaciones agrarias, tales como la Sociedad de San Mauro (1904) el la Federación Agropecuaria de Negreira (1932).
La Sociedad barcalesa hizo esfuerzos para articularse de una manera acorde con el devenir del mundo contemporáneo en el primer tercio del siglo XX (agrarismo, anticaciquismo, extensión de la escolarización, vías de comunicación, etc.). Ciertamente se consiguieron mejoras, ya que el nivel de vida en el 1936 era sensiblemente mejor que en 1900. Pero con el comienzo de la Guerra Civil en España, esa sociedad que consiguiera algo de adelanto y democracia sufrió un grave corte y parálisis en su progreso, viviendo los mismos desastres y represión que el resto de España.
La guerra, como en el resto de España, llevó el estancamiento socio-económico a la comarca. Los primeros tiempos del franquismo fueron penosos. Solo a partir de los años finales de la década de 1950 se inicia un cierto despegue alrededor de la modernización del campo −concentración parcelaria, cooperativismo, dinamismo parroquial− y del consiguiente prosperar de la vida, donde otra vez tuvieron mucho que ver el dinero de la emigración masiva, ya ahora más europea y española que americana.
Avanzando en la historia, en estos lugares también se encontraron restos de la cultura romana. Otra vez, en la parroquia de Logrosa, se hallaron en 1876, excepto una última de 1958, cinco inscripciones romanas en granito, posiblemente dedicadas a Júpiter y una funeraria. Todas estas reliquias se pueden visitar en el Museo del Pueblo Gallego. De esta etapa de la romanización, asimismo, cabe recordar que el área nicrariense se situaba en la zona de paso de la vía Per loca marítima Nicraria Tamara, calzada romana de veintitrés millas que, desde Caldas de Rey conducía a Brandomil, lugar de explotación minera.
Edad Media
No es hasta la Edad Media, siendo Galicia un reino suevo, cuando distintos indicios sitúan el origen de Negreira. De hecho, una vez erigida la sede de Compostela, Alfonso el Magno concedió como feudo Negreira a la mitra compostelana en el año 876, posteriormente confirmada después al Obispo Sisnando (899).
Transcurrido poco más de un siglo tras la concesión, en el año 979 los piratas normandos destruyeron este primitivo núcleo feudal, no reedificándose hasta después de la irrupción de los musulmanes cordobeses, mandados por Almanzor, que atacarían Santiago en el año 997. No sería hasta el año 1113 cuando Alfonso, el rey de Galicia, ordenaría su reconstrucción.
Existe documentación, sostenida por una fuerte tradición oral, que avala la posibilidad de la existencia de un castillo en Xallas, propiedad de la mitra compostelana, castillo que desaparecería en las guerras irmandiñas del siglo XV.
Edad Moderna
Negreira dejó de ser feudo de la capital compostelana durante el reinado de Isabel y Fernando, emancipándose como Foro Real, acto que fue confirmado por el emperador Carlos V en las Cortes de Santiago en 1520. De aquella, Negreira, junto con otras parroquias de la zona pertenecían a la provincia de Santiago, que se distribuían en las jurisdicciones de Barcala, Lañas, Muros y el Couto de Bugallido.
Desde un enfoque demográfico, a Maía y a Barcala consiguieron en el siglo XVI un nivel poblacional próximo a sus posibilidades máximas, teniendo en cuenta la situación económica donde la agricultura y la ganadería, continuaban siendo minifundistas y parcelarias a pesar de los sistemas hereditarios y de la política matrimonial apoyados en la mejora tendiente a la reunión de los patrimonios.
En la época moderna la corona deja de tener jurisdicción ordinaria en las tierras de la Barcala y Maía. Esta se reparte entre el Conde de Altamira y el Arzobispo de Santiago. Comenzando el siglo XVIII, en el marco de la Guerra de Sucesión española, Negreira se declaró abiertamente por Felipe V, que la eximió en 1711 del pago de ciertos derechos, entre ellos el llamado Vetrias. A pesar de estos privilegios, Negreira, bien por su situación excéntrica dentro del territorio de la jurisdicción, bien por otras circunstancias de presión política dejó de ser la capital del municipio, en favor de San Vicente de Aro. Negreira fue perdiendo de esta manera toda su importancia, hasta que incluso llegó a ignorarse su nombre, ya que empezó a denominarse como “El Cotón”, por el pazo que ya existía en la Edad Media.
Edad Contemporánea
En los años de la Guerra de Independencia española frente a la Francia napoleónica (1808-1814), los habitantes de Negreira, junto con los de Padrón, Santiago, Noya y otras poblaciones formaron un regimiento que se distinguió por sus batidas contra los mariscales Ney y Soult.
Negreira tampoco fue ajena a la revolución liberal gallega del 1846, ya que el alcalde, Domingo Maceira, fue invitado por algunos miembros del movimiento insurreccional a unirse a ella, más finalmente, este optó por seguir siendo fiel al poder constituido.
Uno de los peores años que se vivieron en Negreira fue en 1853 debido al hambre. El Año del Hambre estuvo motivado por las grandes tormentas y persistentes lluvias que produjeron abundantes inundaciones y la perdida de las cosechas de la población campesina pobre, que constituía su casi total base económica. Se gastaron los ahorros, se vendió el ganado y se hipotecaron tierras y viviendas, incrementándose los especuladores que así pudieron enriquecerse fácilmente. La rapiña hizo acto de presencia y todo esto obligaría al gobierno local a tomar una serie de medidas como la creación de los grupos de vigilancia nocturna, la reducción de impuestos y cargas fiscales, y la búsqueda de granos para las siembras.
Con la sublevación del General Prim en 1868, Roque Ferreiro tiene la ocasión de recuperar el poder momentáneamente, destituyendo en masa a la corporación municipal y a otros funcionarios, sin embargo este movimiento no llegó a consolidarse, y a los veinte días la normalidad volvió al consistorio nicrariense.
Un acontecimiento de especial importancia se vivió en 1906, cuando el 17 de febrero, reinando en España Alfonso XIII, se promulga un Real Decreto por lo que se le concede a Negreira la categoría de “Villa” de una manera oficial, por su importancia agrícola, aumento de población y constante adhesión a la Monarquía Constitucional.
En esta fecha, y heredado del siglo XIX, la villa de Negreira se configuraba dos bandos políticos agrupados alrededor de familias liberales (Caamaño) y conservadoras (Fabeiro). Pero las investigaciones sobre la situación en torno al 1920 permiten extraer la conclusión que se dieran una serie de recomposiciones en los grupos dominantes, que mismamente llegarían a perder el carácter de bando en los años treinta, fruto de una nueva articulación social y del nuevo marco político. Fueron cuando menos diecisiete las agrupaciones políticas que solicitaban adhesiones en aquella sociedad negreiresa.
La Sede del Consistorio
En el devenir de la Guerra de Independencia (1812), Aro fue nombrada sede del consistorio de Negreira, como fruto de la legislación emanada de las Cortes de Cádiz. Este hecho, fue una más de las precipitadas decisiones que durante las décadas centrales del siglo XIX se tomaron, producto, al igual que el resto de España, de los litigios entre el partido liberal, liderado por Roque Ferreiro; y el moderado, encabezado por Antonio Fabeiro.Durante setenta y tres años la sede del consistorio de Negreira sufriría constantes traslados (Negreira-Aro), dependiendo del partido que mantuviera el poder. El último de los traslados se sufriría con la pérdida de la alcaldía de Antonio Fabeiro, motivada con la caída del gobierno canovista, que establecería a Negreira como sede permanente del consistorio, primero en el Pazo de Cotón; y más tarde, en 1927, en la casa de Francisco Leis. Otras mudanzas se producirían en el año 1933, cuando el consistorio se trasladó a la actual Casa de la Cultura , en la carretera de San Mauro, y por último en 1980, cuando se muda al decimonónico edificio construido para la cárcel y el juzgado de primera instancia e instrucción del Partido Judicial de Negreira.
El partido judicial de Negreira
Otro de los temas más polémicos en estas tierras a lo largo de los años fue la posesión del Juzgado de primera instancia en Negreira, desde que se creó en el año 1834. Puede afirmarse que las diversas supresiones del juzgado fueron debidas a las decisiones ajenas a la población y a las necesidades reales de la administración de justicia. Al dar acogida a un funcionario asalariado, pero sobre todo, los beneficios que obtenía la hostelería y el comercio local con la profusión de causas judiciales, hicieron del asunto una cuestión importante. Destacan sobre todo las tensiones acaecidas en el período 1926-31, tras la petición del propio ayuntamiento primorriverista su traslado a Santiago. En el año 1969, una nueva estructuración de la administración de justicia llevó la supresión e integración del juzgado nicrariense en el de Santiago de Compostela. No fue hasta el año 1989, cuando el B.EL.Y repone este juzgado de Primera Instancia e Instrucción.
Siglo XX
Por otra parte, a principios del siglo XX, en consonancia con los múltiples movimientos agraristas que se produjeron en Galicia, la comarca barcalesa vivió una fecunda etapa de creación de sociedades agrarias y sindicatos agrícolas, que llegaron a publicar sus propias cabeceras de prensa como El Boletín de San Mauro (1904), El Barcalés, La Federación de Negreira y Baña (ambos de 1911), A Fouce (1919), El agrario Barcalés (1921) y La Voz de Barcala. Con el comienzo de la Guerra Civil, la actividad periodística local desaparece. Se tiene que esperar hasta los años 70, para que esta actividad surja otra vez en manos de nuevas cabeceras: A Comarca / Nosa Comarca (1971), Feiraco (1977), Boletín Afonso Eans (1980), la emisora municipal Radio Negreira (1988), El Norte (1994), El Tambre (1995). En la actualidad, tan solo sobrevive informando sobre el pulso de la comarca Radio Negreira.También, a principios del siglo aparecerían los primeros esfuerzos por modernizar la agricultura. En una tierra generosa, con buena aptitud agrícola-ganadera por el clima y los suelos, se consiguieron importantes logros tanto en el ámbito económico como social. Una segunda modernización del agro se produciría en los años 60, cuando empezaron a fraguar los distintos proyectos de cooperativismo parroquial, concentración parcelaria, FEIRACO... Desde comienzos del siglo, en la comarca barcalesa −en los cinco ayuntamientos que formaban el partido judicial de Negreira− surgieron más de treinta agrupaciones agrarias, tales como la Sociedad de San Mauro (1904) el la Federación Agropecuaria de Negreira (1932).
La Sociedad barcalesa hizo esfuerzos para articularse de una manera acorde con el devenir del mundo contemporáneo en el primer tercio del siglo XX (agrarismo, anticaciquismo, extensión de la escolarización, vías de comunicación, etc.). Ciertamente se consiguieron mejoras, ya que el nivel de vida en el 1936 era sensiblemente mejor que en 1900. Pero con el comienzo de la Guerra Civil en España, esa sociedad que consiguiera algo de adelanto y democracia sufrió un grave corte y parálisis en su progreso, viviendo los mismos desastres y represión que el resto de España.
La guerra, como en el resto de España, llevó el estancamiento socio-económico a la comarca. Los primeros tiempos del franquismo fueron penosos. Solo a partir de los años finales de la década de 1950 se inicia un cierto despegue alrededor de la modernización del campo −concentración parcelaria, cooperativismo, dinamismo parroquial− y del consiguiente prosperar de la vida, donde otra vez tuvieron mucho que ver el dinero de la emigración masiva, ya ahora más europea y española que americana.