MUSEO DE LA CATEDRAL, CLAUSTRO Y CRIPTA
MUSEO
El Museo de la Catedral de Santiago de Compostela fue fundado en 1930 y es una institución que acoge diversas obras artísticas y arqueológicas, propiedad de la catedral de Santiago de Compostela, que abarcan desde la época romana hasta la actualidad. El museo se ubica en diversas dependencias dentro del complejo catedralicio.
En su interior podrás encontrar reliquias de santos de toda la Cristiandad hasta tumbas de reyes, lápidas y tapices, retablos y monedas, libros irrepetibles y dos grandes atracciones: el Coro de Piedra del Maestro Mateo y el conocido Botafumeiro.
En su interior podrás encontrar reliquias de santos de toda la Cristiandad hasta tumbas de reyes, lápidas y tapices, retablos y monedas, libros irrepetibles y dos grandes atracciones: el Coro de Piedra del Maestro Mateo y el conocido Botafumeiro.
CRIPTA
También llamada ‘Catedral vieja’, fue construida entre 1180 y 1200 por el Maestro Mateo como parte del conjunto simbólico de la Jerusalén Celeste, que forma junto al Pórtico de la Gloria y la galería de la tribuna. Su función material es la de servir de basamento y sustentación al Pórtico, por una parte, y la de salvar el gran desnivel de 12 metros que existe entre la cabecera (en la Plaza de la Quintana) y los pies de la catedral (en el Obradoiro).
En su portal de entrada se halla una escultura de Santiago Alfeo o El Menor, a quien está dedicada la cripta. En su interior se asemeja a un templo en miniatura cuya cabecera recuerda a la original de la catedral. Lo más llamativo son los gruesos haces centrales de columnas, que soportan uno el peso del parteluz del Pórtico de la Gloria y otro el de la fachada del Obradoiro; y la riqueza decorativa de sus capiteles, muchos tallados por el taller de Mateo.
Su imponente bóveda de crucería es probablemente la primera de su tipo en construirse en España. Por ser la cripta representación simbólica de la Tierra a los pies del Cristo del Pórtico, su bóveda evoca la bóveda celeste, y muestra en sus claves dos ángeles que portan el Sol y la Luna.
En su portal de entrada se halla una escultura de Santiago Alfeo o El Menor, a quien está dedicada la cripta. En su interior se asemeja a un templo en miniatura cuya cabecera recuerda a la original de la catedral. Lo más llamativo son los gruesos haces centrales de columnas, que soportan uno el peso del parteluz del Pórtico de la Gloria y otro el de la fachada del Obradoiro; y la riqueza decorativa de sus capiteles, muchos tallados por el taller de Mateo.
Su imponente bóveda de crucería es probablemente la primera de su tipo en construirse en España. Por ser la cripta representación simbólica de la Tierra a los pies del Cristo del Pórtico, su bóveda evoca la bóveda celeste, y muestra en sus claves dos ángeles que portan el Sol y la Luna.
CLAUSTRO
El acceso al claustro gótico-renacentista desde el Obradoiro se hace por una planta baja con salas arqueológicas que salvan el desnivel del terreno, pues el claustro propiamente dicho se ubica en la primera planta si se mira desde la plaza.
El claustro fue construido por mandato del arzobispo Alonso de Fonseca entre 1521 y 1614. Su gran planta renacentista, obra de Juan de Álava, Gil de Hontañón, Juan de Herrera y Gaspar de Arce, sustituyó al claustro gótico del s. XIII, que a su vez se levantaba en el lugar del original, construido en 1114.
Como el nuevo claustro era de mayor tamaño –es de hecho uno de los más grandes de España- obligó a derrumbar las casas y tenderetes adosados al templo, y determinó la formación de una manzana catedralicia exenta, que adquiriría su forma definitiva en el s. XVIII.
Del exterior del claustro son tan notables su frente al Obradoiro, conocido como Galería de la Balconada –obra de Jácome Fernández en 1615- , como su lienzo oriental, que da a la Plaza das Platerías. Por ambos lados pueden verse sus torres escalonadas, la Torre de la Vela y la Torre del Tesoro, para cuyo trazado Fernández se habría inspirado bien en el Mausoleo de Halicarnaso en Mesopotamia o en las pirámides precolombinas.
El interior del claustro sólo es visitable con la entrada del Museo Catedralicio. Contiene varias salas, capillas y el claustro de la catedral. Cuenta con exposición de objetos de la época romana, medieval y hasta el siglo XVIII. Deben destacarse la tumba de Teodomiro, piezas de la antigua portada de las Platerías, antiguo coro catedralicio del Maestro Mateo reconstruido, el bello rosetón de la portada occidental, relieves de Gregorio Español, tablas pequeñas de Juan Bautista Celma, retablo de la Transfiguración de Cristo de José Ferreiro, Santiago Peregrino de Gambino, colección de tapices flamencos de diversas épocas, tapices sobre cartones de Goya, etc.
El claustro fue construido por mandato del arzobispo Alonso de Fonseca entre 1521 y 1614. Su gran planta renacentista, obra de Juan de Álava, Gil de Hontañón, Juan de Herrera y Gaspar de Arce, sustituyó al claustro gótico del s. XIII, que a su vez se levantaba en el lugar del original, construido en 1114.
Como el nuevo claustro era de mayor tamaño –es de hecho uno de los más grandes de España- obligó a derrumbar las casas y tenderetes adosados al templo, y determinó la formación de una manzana catedralicia exenta, que adquiriría su forma definitiva en el s. XVIII.
Del exterior del claustro son tan notables su frente al Obradoiro, conocido como Galería de la Balconada –obra de Jácome Fernández en 1615- , como su lienzo oriental, que da a la Plaza das Platerías. Por ambos lados pueden verse sus torres escalonadas, la Torre de la Vela y la Torre del Tesoro, para cuyo trazado Fernández se habría inspirado bien en el Mausoleo de Halicarnaso en Mesopotamia o en las pirámides precolombinas.
El interior del claustro sólo es visitable con la entrada del Museo Catedralicio. Contiene varias salas, capillas y el claustro de la catedral. Cuenta con exposición de objetos de la época romana, medieval y hasta el siglo XVIII. Deben destacarse la tumba de Teodomiro, piezas de la antigua portada de las Platerías, antiguo coro catedralicio del Maestro Mateo reconstruido, el bello rosetón de la portada occidental, relieves de Gregorio Español, tablas pequeñas de Juan Bautista Celma, retablo de la Transfiguración de Cristo de José Ferreiro, Santiago Peregrino de Gambino, colección de tapices flamencos de diversas épocas, tapices sobre cartones de Goya, etc.