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CATEDRAL DE SANTIAGOPraza do Obradoiro, s/n, 15704
Santiago de Compostela, A Coruña La construcción de la catedral se incia en el año 1075, bajo el reinado de Alfonso VI y siendo Obispo D. Diego Peláez. La primera construcción de estilo románico ha sido transformada varias veces (el estilo barroco es el que predomina en la fachada principal) , dando lugar a la Catedral de Santiago que conocemos hoy. |
HORARIOS PARA TURISTAS HORARIO BASÍLICA Abierto todos los días del año, de 7:00h a 20:30h. HORARIO MUSEO CATEDRAL Centro de recepción de visitantes. (Cripta del Pórtico de la Gloria. Plaza del Obradoiro) Abril a octubre L-D: 09:00h a 20:00h Noviembre a marzo L-D: 10:00h a 20:00h Visitas a Colección permanente / Palacio de Gelmírez (exposiciones temporales) / Cubiertas de la Catedral / Tribuna de la Catedral / Excavaciones arqueológicas / Pórtico de la Gloria Más información y reservas HORARIO ARCHIVO-BIBLIOTECA Lunes a viernes, 9:00-13:30; lunes a miércoles, 16:30-19:00; cerrado en agosto y festivos. Más información y visitas guiadas |
Historia de la catedral
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El Apóstol Santiago
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LA CATEDRAL
Este singular edificio es sucesor de otros anteriores que sirvieron para albergar y dignificar los restos del Apóstol descubiertos en Compostela a comienzos del siglo IX, como las iglesias que en diferentes momentos mandaron construir los monarcas Alfonso II, Alfonso III y Bermudo II.
A lo largo de las décadas siguiente y ya bajo el auspicio de Diego Gelmírez las obras mantuvieron un ritmo intermitente en función de diferentes conflictos de la época. Se puede decir que la mayor parte de la Catedral estaba construida hacia el 1122.
Al igual que otras iglesias de la época, el edificio se concibió con planta de cruz latina con tres naves. Los arcos formeros y fajones se apoyan sobre pilares de sección cuadrada con cuatro semicolumnas decoradas con capiteles vegetales, muchos de ellos, pero algunos historiados de extraordinaria belleza. La cabecera de la Catedral de Santiago de Compostela cuenta con una amplia girola y cinco capillas radiales. Todo el alzado del templo se adornaba con un piso de tribuna -que ayudaba a estebilizar el peso de la bóveda de la nave central- por lo que el aspecto vertical y palaciego de la iglesia se intensificaba.
En los hastiales del transepto había fachadas y puertas monumentales. De la del norte (fachada de la Azabachería) sólo han quedado algunos restos. La fachada de Platerías, sin embargo, está mejor conservada con sus dos grandes puertas y un mareante conjunto de esculturas en algunos casos colocadas anárquicamente.
El Maestro Mateo, al que se le atribuye gran parte de la construcción de esta catedral, comenzó su intervención en 1168 y se ocupó de los últimos tramo de la nave y de la construcción de la cripta que soportaría el famoso y majestuoso Pórtico de la Gloria, además del coro del que han perdurado importantes piezas. Este conjunto monumental creado como entrada occidental y principal de la catedral de Santiago de Compostela es uno de los más grandes monumentos románicos del mundo y paradigma de la evolución que durante la segunda mitad del siglo XII sufre el románico hacia el naturalismo gótico.
Lamentablemente, los aires barrocos del siglo XVIII desvirtuaron exteriormente la originalidad románica. La fachada de Azabacherías se cambió por completo y la fachada occidental originaria se cubrió con la del Obradoiro, lo que dificulta poder vislumbrar los inicios románicos de esta majestuosa catedral.
A lo largo de las décadas siguiente y ya bajo el auspicio de Diego Gelmírez las obras mantuvieron un ritmo intermitente en función de diferentes conflictos de la época. Se puede decir que la mayor parte de la Catedral estaba construida hacia el 1122.
Al igual que otras iglesias de la época, el edificio se concibió con planta de cruz latina con tres naves. Los arcos formeros y fajones se apoyan sobre pilares de sección cuadrada con cuatro semicolumnas decoradas con capiteles vegetales, muchos de ellos, pero algunos historiados de extraordinaria belleza. La cabecera de la Catedral de Santiago de Compostela cuenta con una amplia girola y cinco capillas radiales. Todo el alzado del templo se adornaba con un piso de tribuna -que ayudaba a estebilizar el peso de la bóveda de la nave central- por lo que el aspecto vertical y palaciego de la iglesia se intensificaba.
En los hastiales del transepto había fachadas y puertas monumentales. De la del norte (fachada de la Azabachería) sólo han quedado algunos restos. La fachada de Platerías, sin embargo, está mejor conservada con sus dos grandes puertas y un mareante conjunto de esculturas en algunos casos colocadas anárquicamente.
El Maestro Mateo, al que se le atribuye gran parte de la construcción de esta catedral, comenzó su intervención en 1168 y se ocupó de los últimos tramo de la nave y de la construcción de la cripta que soportaría el famoso y majestuoso Pórtico de la Gloria, además del coro del que han perdurado importantes piezas. Este conjunto monumental creado como entrada occidental y principal de la catedral de Santiago de Compostela es uno de los más grandes monumentos románicos del mundo y paradigma de la evolución que durante la segunda mitad del siglo XII sufre el románico hacia el naturalismo gótico.
Lamentablemente, los aires barrocos del siglo XVIII desvirtuaron exteriormente la originalidad románica. La fachada de Azabacherías se cambió por completo y la fachada occidental originaria se cubrió con la del Obradoiro, lo que dificulta poder vislumbrar los inicios románicos de esta majestuosa catedral.
Para más información: www.catedraldesantiago.com